al profundo abismo de donde siento vagamente
que proviene mi capacidad de acción.
Y como me he alejado más y más
de las certezas convencionales
que iluminan superficialmente la vida social,
me di cuenta de que había perdido
el contacto conmigo mismo.
En cada escalón del descenso
fui descubriendo en mí una nueva persona,
de cuyo nombre no estaba demasiado seguro,
y que no me obedecía demasiado.
Y cuando detuve mi exploración
porque el camino se desvanecía bajo mis pasos,
encontré un insondable abismo a mis pies,
y saliendo de él, -sin saber de dónde surgía-,
la corriente a la que me atrevo a llamar
Mi vida."
Pierre Teilhard de Chardin